La crisis climática global aumenta la frecuencia y magnitud de los eventos climáticos extremos. Esta preocupante realidad afecta múltiples derechos de niños, niñas y adolescentes, quienes están más expuestos a sufrir enfermedades asociadas al clima, a padecer hambre, a ver interrumpida su educación y a ser privados del juego y la recreación. La amenaza es mayor para la niñez en condición de pobreza y expuesta a otras situaciones que incrementan su vulnerabilidad.
Las lluvias intensas que Perú experimenta desde enero de 2023 han provocado inundaciones, desbordes de ríos y huaicos, fenómenos que ya han dejado a miles de personas con distintas necesidades humanitarias. A las graves secuelas que dejó el Ciclón Yaku a inicios de año se sumaron los efectos de El Niño Costero, evento climático que generó nuevas precipitaciones como consecuencia del calentamiento del Océano Pacífico en la costa peruana.
El panorama puede ser todavía más complicado debido al pronóstico de la Comisión Multisectorial encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (ENFEN), que prevé la ocurrencia del fenómeno El Niño Global a finales de 2023. Poblaciones de regiones ya afectadas como Tumbes, Piura, Lambayeque y La Libertad son muy vulnerables a sufrir nuevos daños en los próximos meses, lo que genera diversos peligros para la niñez.
A julio de 2023, hemos llevado ayuda humanitaria a más de 43,000 personas de forma directa, entre ellos más de 15,000 niños, niñas y adolescentes.
Nuestras intervenciones priorizan a las familias con personas vulnerables, como niños, niñas y adolescentes menores de 12 años, mujeres embarazadas y grupos familiares con menores de edad con alguna discapacidad.
VOCES DE LA NIÑEZ EN LA EMERGENCIA CLIMÁTICA
Save the Children busca garantizar que las voces de la niñez sean escuchadas y consideradas en todos los aspectos que afectan sus vidas, incluidas las necesidades particulares que se generan en contextos de emergencia.