Save the Children brinda asistencia para las necesidades urgentes de la niñez migrante en cinco regiones del país

En los últimos años, más de 1 millón de ciudadanos venezolanos han llegado al Perú en situación de vulnerabilidad, huyendo de la hiperinflación, el desempleo, la falta de alimentos y medicinas, el colapso del transporte, entre otros problemas graves. 

Desde 2018 nuestro programa de respuesta humanitaria tiene como objetivo brindar atención de primera necesidad a la niñez venezolana en el Perú y a sus familias, como parte de nuestras acciones para asegurar el ejercicio de los derechos de todas las niñas, niños y adolescentes. En este contexto, Save the Children, con el apoyo de la BHA/USAID, viene desarrollando el proyecto “Familias sin fronteras”, que busca que la población migrante venezolana pueda satisfacer sus necesidades básicas e incrementar los servicios destinados a mejorar la nutrición de niños y niñas migrantes y de las comunidades de acogida. 

Una de las estrategias implementadas es la asistencia económica para cubrir las necesidades básicas urgentes de las familias vulnerables y la de sus hijos e hijas. Esta estrategia ayuda a empoderar a las familias, además de mejorar su capacidad frente a crisis futuras, evitando que tengan un impacto negativo en la vida de niños y niñas. Las transferencias económicas permiten atender un rango amplio de necesidades de niños y niñas en una única intervención, reduciendo la inseguridad alimentaria y la malnutrición al mejorar el acceso a una mayor cantidad de alimentos. Además, contribuyen a la protección de niños y niñas frente a la violencia de género, el estrés emocional y la explotación laboral.  

Destaca el caso de Angie, quien vive hace tres años con su esposo y su hijo de año y nueve meses en San Juan de Miraflores. Ella es una de las madres que ha recibido asistencia económica para familias venezolanas en riesgo, lo cual le permitirá cubrir la alimentación de su familia y el alquiler que no ha podido pagar de forma completa en los últimos meses ya que su esposo no cuenta con un trabajo fijo.

Otro caso es el de Edimar. Ella vive con su pareja (quien se dedica a conducir mototaxi), la mamá de su pareja y sus hijos de cuatro, tres y un año de edad. Con la asistencia económica, ella también podrá comprar alimentos básicos y cubrir parte del alquiler. 

Durante este año, Save the Children ha asistido a 7,804 familias: 662 en Piura, 768 en Lambayeque, 1,801 en La Libertad, 4,029 en Lima y 550 Arequipa. Además de la asistencia para las necesidades urgentes, Save the Children también brinda intervenciones y asesorías para mejorar las prácticas de nutrición y busca fortalecer la inclusión e integración de las familias venezolanas y peruanas vulnerables, a través de oportunidades de medios de vida y el acceso a los servicios esenciales de salud y apoyo psicosocial. 

Ante los contextos de vulnerabilidad que viven los migrantes y refugiados venezolanos, Save the Children con el apoyo de la Oficina de Asistencia Humanitaria de USAID (BHA/USAID) y la Oficina de Población, Refugiados y Migración (BPRM), ha desplegado un programa de atención a población venezolana vulnerable. En 2020 iniciamos el tránsito a su inclusión, y para el 2022 esperamos que más de 21 mil migrantes, refugiados y desplazados venezolanos más vulnerables, especialmente los niños, niñas y adolescentes, accedan a una vida más digna. 

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