Comunidades de Lambayeque intercambian experiencias en innovadoras técnicas de construcción de viviendas frente a emergencias 

• Conocimiento compartido permitirá que las familias de Cahuide y San Pedro de Sasape estén mejor preparadas ante posibles desastres 

Con el propósito de fortalecer la preparación ante emergencias, los líderes comunitarios de Cahuide, en Jayanca, se reunieron con representantes de la comunidad San Pedro de Sasape de Íllimo, en un encuentro que permitió compartir experiencias valiosas en materia de Gestión del Riesgo de Desastres (GRD). 

Reunidos en el Centro de Recursos de Cahuide, un espacio comunal implementado con el apoyo de Save the Children, se presentaron conocimientos relacionados al uso de la quincha mejorada como sistema constructivo, la instalación de los Sistemas de Alerta Temprana comunitario y del funcionamiento de los Comités Comunitarios de Gestión de Riesgo de Desastres (GRD).  

Precisamente, los Centros de Recursos son espacios comunitarios de reunión y de almacén de insumos para remoción de escombros, entre otros implementos a utilizar en la primera respuesta ante emergencias. Para su construcción se utiliza quincha mejorada, material que aprovecha recursos de la región como barro, pajilla de arroz o paja para reforzar la estructura antes del concreto con un diseño anti telúrico.  

Estos locales son gestionados por los Comité de Gestión de Riesgos de Desastres Comunitario, cuyos integrantes vienen capacitándose y trabajando voluntariamente para elaborar los planes de contingencia ante diferentes escenarios de desastres. 

La visita no solo se centró en el intercambio de conocimientos, sino que generó el compromiso de ambas comunidades de implementar prácticas eficientes para mitigar el impacto de los desastres de origen natural y otras emergencias. De este modo, se mejorarán las condiciones para garantizar el bienestar de la niñez, incluso en contextos de crisis humanitarias. 

Los representantes de Cahuide y San Pedro de Sasape se comprometieron a difundir los conocimientos adquiridos en otras comunidades, lo que permitirá replicar estas prácticas exitosas y salvaguardar a los niños, niñas y adolescentes (NNA). Esta iniciativa representa un avance significativo hacia el fortalecimiento de la colaboración comunitaria y la construcción de un futuro más seguro y unido para todos y todas.