Igualdad en casa en tiempos de pandemia

Las crisis aumentan las desigualdades que enfrentan las mujeres, adolescentes y niñas en sus propios hogares. La pandemia del COVID-19 es una crisis sanitaria que ha traído dificultades en diferentes niveles y ha afectado directamente la vida de millones de familias. ¿Cómo responder a esta nueva situación?

¡Hoy es el mejor momento!

El confinamiento buscó protegernos de un virus que lamentablemente aún no se encuentra bajo control. Los hogares se han convertido en el espacio para todas las actividades: el cuidado y educación de los niños, niñas y adolescentes, el trabajo a distancia, los cuidados para personas mayores o con discapacidad, y también el lugar para comunicarse y entretenerse.

No ha sido fácil. Gran parte de estas tareas ha sido asumida de forma mayoritaria por las mujeres, aún si tenían que responder a trabajos fuera de casa. La pandemia continúa, los niños y niñas permanecen en casa estudiando y la situación se sigue prolongando. Por todo esto, es el momento ideal para que las familias aprendan y mejoren juntos.

¿Cómo promover la igualdad en casa?

En relación a las tareas domésticas, los padres y madres deben organizarse juntos y tener en cuenta cuáles son las tareas pendientes en el hogar. 

Preparen una lista detallada que incluya: el acompañamiento de los niños y niñas en las tareas, el cuidado de personas mayores o con discapacidad, las compras de víveres, la limpieza de los diferentes espacios de la casa, el lavado de ropa y la preparación de los alimentos. ¡Cuánto más precisa mejor! 

Con esta lista podrán repartir las tareas de forma equitativa. Incluyan a todos/as los miembros de la familia, incluidos niños, niñas y adolescentes, para conversar y acordar dichas tareas. Anoten quién se encargará de cada cosa y colóquenla en un lugar visible como la refrigeradora. Cada persona de la familia debe hacerse responsable por sus tareas y contribuir en el hogar. 

¿Qué deben de tener en cuenta?

¡Las horas de trabajo! ¿Cómo calcularlas? Si la madre o padre trabaja fuera de casa (o a través de teletrabajo) debe contar cuántas horas lo hace. Luego, se deben calcular las horas que le tomarán sus tareas domésticas. ¡Comparen! La idea es que al final los miembros del hogar compartan de forma equitativa el mismo número de horas de trabajo (incluyendo las labores en casa) y el mismo número de horas para su descanso o relajo. 

Este proceso puede parecer pesado de realizar, pero tengan en cuenta que solo se hará una vez. Además, a largo plazo la organización les ahorrará tiempo y encontrarán que tendrán más horas para relajarse o entretenerse que antes. 

¡Niñas y niñas también participan!

Es importante que los niños y niñas también se sientan parte de la organización del hogar y las labores domésticas. No debe haber diferencias entre los niños y niñas en cuanto a las tareas que reciben. Formar parte de esta dinámica les ayudará a desarrollar su independencia, también aprenderán nuevas cosas, se sentirán parte de la familia y por supuesto, ¡serán una ayuda para los padres y madres!

Las tareas deben corresponder a su edad. Los más pequeños o pequeñas pueden comenzar colocando sus juguetes o ropa sucia en su lugar, poniendo la mesa o realizando simples tareas en la cocina (por ejemplo, pelar alverjas, ordenar los cubiertos, secar utensilios, ayudar a hacer postres, etc.). Poco a poco las tareas pueden ser más complejas. 

¿Qué es equidad de género?

Es el derecho a recibir un trato justo de los que deben gozar hombres y mujeres. Es la garantía de tener y acceder a las mismas responsabilidades y oportunidades sociales, económicas, políticas y, por supuesto, en los hogares.  

En esta época, la equidad de género sigue siendo una lucha. A pesar de que las relaciones entre hombres y mujeres han cambiado mucho, por ejemplo, son muchas más mujeres las que trabajan y son parte del sustento del hogar. En otros aspectos la transformación es muy lenta y las mujeres siguen arrastrando muchas desventajas. Esto se refleja en lo que se refiere a la repartición de tareas en el hogar o de cuidado de familiares mayores. 

¿Por qué es tan importante conseguir la equidad de género? Porque es un derecho de todas las personas. Por tanto, garantizar este derecho es indispensable para construir una sociedad más justa.