Docentes de Huánuco son capacitados en disciplina positiva para la crianza sin violencia de niños, niñas y adolescentes

Con el fin de contribuir a la implementación de la ley 30403 que prohíbe el uso del castigo físico y humillante contra niños, niñas y adolescentes en el Perú, veinticinco docentes y otros profesionales afines de Huánuco están siendo capacitados para aplicar el enfoque de disciplina positiva como mecanismo para hacer frente a las normas sociales que sustentan la creencia de que el castigo corporal promueve el desarrollo y el aprendizaje de los niños[1].

Es por ello que la Asociación Paz y Esperanza en coordinación con Save the Children y Acción por los Niños vienen desarrollando en Huánuco el “Programa de Formación en Disciplina Positiva para la Crianza de Niños, Niñas y Adolescentes”, como una estrategia que genere conocimiento y fortalezca las capacidades de los docentes, padres y madres de familia, para guiarlos a mirar más allá del comportamiento de sus hijos o estudiantes, comprendiendo los pensamientos y sentimientos detrás de dicho comportamiento, pues disciplinar sin violencia, hace que gradualmente los niños, niñas y adolescentes internalicen los valores morales, aprendan cómo resolver conflictos constructivamente y actúen con empatía ante los demás.

Actualmente el castigo físico y humillante en el hogar es la forma más común y generalizada de violencia, y hasta una práctica “disciplinaria” avalada en las escuelas a pesar de estar prohibida, pues estudios de las Naciones Unidas revelan que aproximadamente cuatro de cada cinco niños y niñas en América Latina entre los 2 y 14 años de edad son víctimas de este tipo de violencia.

“Ya está demostrado científicamente que todo castigo que ocasione dolor físico o psicológico, ansiedad o miedo tiene efectos negativos no sólo en el desarrollo cognitivo de los niños, niñas y adolescentes al tener un menor rendimiento académico, sino también en sus relaciones sociales, pues son más propensos a adquirir conductas riesgosas y violentas, afectando sus proyecciones futuras de una vida saludable y sobresaliente”, menciona la psicóloga Doris Godoy Cortez, coordinadora de proyectos de Paz y Esperanza.

“Un niño, niña o adolescente que vive en entornos violentos sin redes de soporte fortalecidas para ayudarlos, los deja en una situación de abandono emocional muy 

vulnerable para sufrir otros tipos de violencia como la sexual o el embarazo adolescente”, añade Doris Godoy.

Y es que según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el Ministerio de Salud (MINSA) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), en el Perú cada día tres niñas y adolescentes entre 12 a 14 años se convierten en madres[2], la mayoría víctimas de violencia sexual, ya que cualquier embarazo antes de los 14 años es producto de la violencia según lo establecido por el Código Penal.

Según la ENDES 2015, Huánuco es el octavo departamento del país con mayor tasa de embarazos adolescentes con 19,2 %; es decir, en nuestro departamento de cada 100 adolescentes 19 de ellas están embarazadas o ya son madres[3]. Y a nivel nacional mientras 15 de cada 100 adolescentes entre quince a diecinueve años han sido madres o están embarazadas, sólo 1 de cada 100 de los adolescentes varones ha sido padre.

El “Programa de Formación en Disciplina Positiva para la Crianza de Niños, Niñas y Adolescentes”, cuya metodología fue desarrollada por la Universidad de Manitoba-Canada, es una acción apoyada por el Gobierno de Suecia.

[1] https://educacionmundialblog.wordpress.com/2016/05/31/el-castigo-corporal-tiene-un-efecto-negativo-en-el-rendimiento-academico-de-los-ninos-y-ninas/?blogsub=confirming#subscribe-blog

[2] http://larepublica.pe/impresa/sociedad/713864-al-dia-tres-menores-entre-12-y-14-anos-se-convierten-en-madres-en-el-peru

[3] http://kausajusta.blogspot.pe/2016/06/peru-encuesta-demografica-y-de-salud.html