Cien años de acompañamiento: primera centuria Save the Children

  • 11 de Junio de 2019
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Por Juan Enrique Bazán*

Sin exageración alguna puede afirmarse que la niñez que vive en desigualdad social y no conforme a derechos, es acompañada por Save the Children desde hace cien años. El acompañamiento realizado por esta organización es un arte tan fundamental e importante que en el lapso de una centuria ha contribuido a transformar la personalidad jurídica y el modo de vida de la niñez. En el largo camino Save the Children también repuso arraigo y apego entre la niñez que habita en el desamparo. Esta acción social ha sido posible desde una postura fraterna y solidaria que supera todo tipo de fronteras y hace de la cooperación una expresión real y simbólica de protección de la niñez a través de organismos públicos, organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales.

Eglantyne Jebb fue la mujer visionaria que en mayo de 1919 fundó en Londres la primera organización con la marca Save the Children. Su propósito fue apoyar a los niños y niñas que sufrían las terribles consecuencias de la Primera Guerra Mundial. La misma Eglantyne Jebb elaboró en 1924 la primera Declaración de los Derechos del Niño, conocida como la Declaración de Ginebra y que fuera aprobada por la Sociedad de Naciones, hoy conocida como la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Dicha Declaración contiene cinco artículos que orientan, tanto a los Estados como a la sociedad civil, en el qué hacer con la niñez, en general, y con aquella que se encuentra en circunstancias especialmente difíciles. Los artículos son: I El niño debe ser puesto en condiciones de desarrollarse normalmente desde el punto de vista material y espiritual. II El niño hambriento debe ser alimentado; el niño enfermo debe ser atendido; el niño deficiente debe ser ayudado; el niño desadaptado debe ser reeducado; el huérfano y abandonado deben ser recogidos y ayudados. III El niño debe ser el primero en recibir socorro en caso de calamidad. IV El niño debe ser puesto en condiciones de ganarse la vida y debe ser protegido de cualquier explotación. V El niño debe ser educado inculcándole el sentimiento del deber que tiene de poner sus mejores cualidades al servicio del prójimo. Lo cual interpretamos como: I la importancia de modificar su modo de vida, II nuestra obligación de proteger al desamparado, III primeros en ser atendidos, IV hacerse responsable de sí mismo, V educarse y servir al prójimo, servir al otro legítimo y a todos nosotros.

La acción de Save the Children se ha expandido por todo el mundo, al punto que hoy interviene socialmente en favor de la niñez en más de cien países. En la región de América Latina actúa desde hace varias décadas. La Convención Internacional sobre Derechos del Niño marca un hito importante para la acción social regional. Lo que permitió promover un programa regional sostenido que contenía, entre otros proyectos, la promoción del Código de los Derechos del Niño, Defensoría Municipal del Niño y Adolescente, Capacitación en Derechos del Niño a los distintos Cuerpos de Policía Nacional, apoyo al Movimiento Latinoamericano de Niños Niñas y Adolescentes Trabajadores, y la Red Latinoamericana de Maestrías en Políticas Sociales y Derechos de la Niñez.

En el Perú Save the Children cooperó con la Sección Niños del Hospital Psiquiátrico de Lima; con el Centro de Promoción Comunal en prevención de la salud mental de niños y niñas de barrios marginales al sur de Lima. Y, luego, en la promoción de la salud integral en ámbitos de diversas federaciones de pueblos jóvenes. Con el Instituto Generación realizó Trabajo Social con la niñez en situación de calle. En la Universidad Nacional Mayor de San Marcos creó la primera maestría especializada en políticas sociales y derechos del niño; entre otras tantas experiencias de cooperación

Particularmente, la experiencia con San Marcos en la Maestría de Infancia, hizo posible dar un giro académico en el avistamiento de la niñez como sujeto social, político y de derechos. Esta postura contribuyó a una crítica epistemológica sobre el hecho de conocer al niño y el método de hacerlo, valga decir, el modo de repensar la infancia en sociedad. Así, las maestrías en Perú y América Latina tributan a la formación de profesionales, producen nuevos e innovadores conocimientos y prestan servicios técnico profesionales, académicos, científicos y culturales al Estado, la sociedad y la niñez.

Save the Children en el lapso de su primera centuria también aporta con diversas lecciones aprendidas:

  • En el campo de las políticas, vuelve a humanizar el trato con el niño que vive sin derechos en medio de la desigualdad social. En este mismo nivel, la articulación política entre la centralidad de la niñez en la cuestión pública y el protagonismo social en el mundo contemporáneo de la niñez. Así como el resguardo y prevalencia del interés superior del niño.
  • En el campo metodológico, contribuye en la configuración de la personalidad jurídica de la niñez y ayuda a transformar su modo de vida.
  • En el campo técnico instrumental, el enfoque de la cooperación técnica financiera de Save the Children, permanece impregnado de humanidad, dispuesto a escuchar y servir a la niñez para el cambio.

A futuro, el escenario ideal avista la igualdad social y efectividad plena de los derechos de la niñez. Save the Children reafirma su compromiso fundacional y se adecua a los nuevos tiempos que devienen en el presente siglo. Igualmente, estará atento a la renovación de las tecnologías de la información y comunicaciones como motor de desarrollo de la sociedad y el crecimiento de nuevas relaciones sociales con una ciudadanía global, en libertad de vivir donde se elija, en medio de las transformaciones del trabajo socialmente necesario, y el incremento de la participación de la niñez en las decisiones de todo aquello que les concierne. También fomentará desde y con la niñez la interculturalidad y tolerancia. El camino para Save the Children en esta región, en su segunda centuria, seguirá siendo el de la cooperación humanista promoviendo que las infancias en América Latina alcancen a vivir conforme a derechos y a la igualdad social.

*Juan Enrique Bazán. Fue contraparte de Radda Barnne en programa local, entre 1980 y 1989, luego colaboró como Consultor y posteriormente como Coordinador de Programa, entre 1995 y 2015, en Save the Children Suecia, Save the Children Canada y Save the Children Internacional.

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